
Ferrari necesita una inyección de motivación y, aunque no comprendo todas sus decisiones, entiendo que dejar escapar al español era una de las más lógicas para ambas partes. Fernando ha estado media década involucrado en un proyecto ganador que ha fracasado y eso, en este mundo, es demasiado tiempo. Es normal que busque intentarlo en otro lugar para renovar motivación y objetivos, aunque eso suponga dar una segunda oportunidad a un equipo del que salió de malas maneras. Y como estoy repasando (y seguiré haciéndolo), las segundas partes en la F1 a veces si son buenas, y en Fangio y Hawthorn tenemos los dos primeros ejemplos. Alonso lo sabe, y así habla de su retorno a Woking:
“Nunca he ocultado mi profunda admiración por Ayrton Senna, mi piloto favorito, mi ídolo en la pista, mi referente.
Aún recuerdo que, de niño, tenía pósteres en mi armario, coches de juguete e incluso un kart que mi padre construyó para mi hermana mayor y del que acabé enamorándome. Y con todo ello soñaba que algún día emularía a Ayrton. El kart tenía los colores de una de las colaboraciones más legendarias de la historia de la Fórmula 1, McLaren-Honda, el coche que Ayrton pilotó, y el mismo conjunto del que ahora tengo el honor de formar parte para el próximo campeonato del mundo de Fórmula 1.
Me uno a este proyecto con mucho entusiasmo y determinación, a sabiendas de que necesitaremos tiempo antes de conseguir los resultados que estamos buscando, lo cual no me preocupa.
Recibí varias ofertas el año pasado. Algunas fueron muy tentadoras, dados los resultados actuales de algunos de los equipos que se pusieron en contacto conmigo. Sin embargo, hace ya más de un año que McLaren-Honda me llamó para saber si quería participar de forma activa en el retorno del conjunto que dominó el escenario de la Fórmula 1 durante tanto tiempo.
El deseo hecho público en varias ocasiones, la perseverancia y la determinación de McLaren-Honda para hacer que me uniera a su renovada y emocionante alianza constituyen algunos de los factores principales que me han llevado a tomar esta decisión. Eso sí, sin olvidar el factor más importante de todos: compartimos el mismo objetivo y expectativas, y tenemos la confianza suficiente para saber que nos espera un futuro muy próspero.

Por último, quiero agradecer la constancia de aquellos que han trabajado duro para que esto haya sido posible. Haré todo lo que esté en mi mano para cumplir con todos y con el equipo, basándome en una fórmula que siempre me ha ido bien: esfuerzo, sacrificio, perseverancia y fe.
Tenemos tiempo, albergamos esperanzas y contamos con los recursos necesarios. Que vuelva la leyenda: ese es nuestro reto”.
Tenemos tiempo, albergamos esperanzas y contamos con los recursos necesarios. Que vuelva la leyenda: ese es nuestro reto”.
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